“Cuando niña, no jugaba a las madres e hijas con las muñecas, sino que las entrevistaba”

Bulgamaa Dorjgotov de Mongolia desde la infancia no tenía dudas de que sería periodista. Después de graduarse de la Universidad de Humanidades de Mongolia con una licenciatura, trabajó durante cinco años en la televisión nacional de Mongolia. Al principio fue difícil: la joven periodista tenía que cubrir temas serios de «adultos» y era técnicamente difícil conseguir un trabajo en pleno apogeo de la crisis mundial. Bulgamaa realizó la pasantía durante todo un año, pero cumplió con sus obligaciones con tan genuino entusiasmo que como resultado sus compañeros se unieron y pidieron a sus superiores que llevaran a la muchacha a trabajar en la empresa de televisión.

Bulgamaa estaba en el séptimo cielo de felicidad, porque además de las oportunidades profesionales, la empresa le dio la oportunidad de ir a estudiar a Rusia. Recibió una beca, se formó en Petrozavodsk y San Petersburgo, luego viajó a Moscú y eligió un programa de maestría en la Universidad RUDN.

Ella no sabía que en la Universidad RUDN existía la posibilidad de estudiar en inglés. Por lo tanto, cuando llegó al tutor y éste le preguntó: «¿Eliges ruso o inglés?», ella se alegró de elegir el inglés. Bulgamaa pudo matar dos pájaros de un tiro: en primer lugar, tener la oportunidad de familiarizarse con la cultura rusa y disfrutar de la vida en Moscú, y, en segundo lugar, estudiar en un programa internacional en inglés.

El programa comenzó para la estudiante sólo en este año académico; esperaba con anticipación una práctica interesante, por la cual es famosa la maestría en periodismo de la Universidad RUDN. «Después de los estudios de licenciatura, los estudiantes ya conocen suficiente teoría suficiente para comenzar a trabajar. Y en la vida real, la práctica seguirá siendo diferente a los manuales de textos. Puedes aprender a entrevistar de acuerdo con la metodología, pero sin práctica, nunca te convertirás en un verdadero especialista», afirma Bulgamaa. También admira la capacidad de trabajo de sus compañeros: «¡Ellos trabajan no al 50 ni al 100, sino al 200 por ciento! Eso motiva a no relajarse en los estudios y salir constantemente de la zona de confort».

Bulgamaa, en su tiempo libre, continúa trabajando en el canal de televisión de Mongolia como corresponsal en Moscú. Logró enviar a Mongolia varios reportajes sobre la vida en Rusia. Después de terminar el programa de la maestría, Bulgamaa planea regresar a casa para compartir los conocimientos, las competencias y el profesionalismo adquiridos.

La muchacha planea promover la cultura de su país, porque ya tiene experiencia en hacer reportajes sobre la vida en las aldeas de Mongolia. Una vez mostró a los televidentes internacionales de la televisión de Mongolia cómo viven las familias rurales: cómo la gente aprendió a domesticar búfalos, camellos, yaks, vacas y cómo tratar al símbolo nacional del país: los famosos caballos mongoles.

Bulgamaa siempre ha procurado hacer reportajes que beneficien a las personas. Por ello, organizó una campaña para recolectar juguetes de cantantes, escritores y actores famosos de Mongolia con el fin de donar muñecos de peluche por caridad para los niños de las familias pobres por el Día internacional del niño y, por supuesto, toda esta promoción fue cubierta por el principal canal de televisión del país.