Sobre los viajes por el Norte de Rusia, historia, victorias y sueños: Alyona Komyagina, estudiante de Historia en la RUDN

La historia se estudia en la escuela, pero tú elegiste estudiarla además en la universidad. ¿No fue suficiente?

Solicité una licenciatura en Historia en 2018. En ese momento, tenía un deseo humanitario general de abarcarlo todo: probar suerte en lingüística, ciencias políticas y muchas otras cosas. La Historia resultó ser algo intermedio. Me fascinó en la universidad. Me hice amigo del departamento y no quise separarme del grupo y del Interclub, donde juego a «¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? En el programa de máster no cambié de especialidad.

¿Cómo te ves en la profesión?

Como profesora. Mi madre es profesora y yo daba clases en el colegio. Una vez había dos clases a la misma vez, así que mi madre me envió a dar clases de inglés. Me encantaba.

Si hubiera una máquina del tiempo, ¿a qué época viajaría primero?

Me gustaría recorrer todo el siglo XX. Es un siglo muy agitado y lleno de acontecimientos. Me interesaría ver a mis bisabuelos: cómo vivían, cómo eran de jóvenes.

¿A qué personajes famosos le gustaría admirar?

Ante todo, Mijaíl Lomonósov. Es un científico universal, y es un crimen no mencionarlo cuando se estudia en la universidad. Sobre todo porque he estado varias veces en Arjánguelsk y en mis años escolares seguí el camino de Lomonósov. La segunda persona es Joan Rowling. Soy fan del universo de Harry Potter, que es rico en argumentos para ensayos y análisis de situaciones de la vida. Además, hay mucha historia en los libros. Por ejemplo, en la guerra de magos -Voldemort y Harry Potter- se pueden ver alusiones a las guerras mundiales del siglo XX. Y eso te hace pensar.

Usted es becario de la Fundación Potanin. ¿Qué le llamó la atención del concurso y cuál fue el secreto para ganar?

Cada una de las fases era interesante a su manera. En la fase de clasificación escribimos redacciones y adjuntamos un portafolio, en la fase final trabajamos en equipos en formato de juego empresarial. La final captó el espíritu competitivo: por un lado, sientes que hay gente que quiere mostrar su mejor cara e invertir en un esfuerzo de equipo; por otro, hay individualistas que trabajan para sí mismos. Lo más importante es entender qué es más importante: destacar con una actuación individual o tirar de tu equipo. Yo elegí la segunda estrategia y no me equivoqué.

Usted participa en la Escuela Internacional de Historia. ¿Por qué decidió presentarse?

Me hablaron de la propia Escuela en el departamento. Para ser más exactos, por quinta vez me enviaron un enlace con la leyenda «Alena, participa». Uno de los temas está dedicado al Norte de Rusia como territorio cultural. Y el Norte de Rusia en fuentes extranjeras es un área de mi interés científico, así que decidí presentarme.

Durante la escuela de historia tienes que desarrollar un proyecto. ¿Tienes idea de cuál será?

En cuarto curso escribí una tesis basada en muchas fuentes extranjeras. Entonces leía ensayos de viajeros británicos y franceses de los siglos XIX y XX. Muchos de ellos en el original, porque no había traducción. Y en la escuela de historia me gustaría desarrollar un proyecto de mapa de viajes interactivo en el que se pudieran poner los itinerarios de los extranjeros en el Norte. Y a cada uno de esos itinerarios, le pondría un enlace con el texto de la fuente original y su traducción. Para que el mayor número posible de personas tenga acceso a los materiales históricos y pueda conocer la historia del Norte de Rusia.

Un fin de semana perfecto, ¿qué es?

El que pasas en un estado de paz mental. Cuando tienes todos los deberes hechos, te distraes con la ficción, quedas con los amigos y simplemente sales a pasear al aire libre.

Su sueño profesional...

Escribir un libro. Me gusta mucho «Moscú y los moscovitas», de Vladimir Gilyarovsky. Lo escribió basándose en sus experiencias vitales y en las historias que recogió durante sus viajes por Moscú y Rusia. En la universidad estoy rodeado de gente de todo tipo de culturas, y sus historias podrían ser la base de un futuro libro.

¿Qué es para usted la RUDN?

La ciudad en la que vivo. El espacio. Todo un planeta. Aquí estudio, trabajo y descanso. RUDN acumula todo mi tiempo de una forma muy inteligente.

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