Mostraron una sonrisa: condecoraciòn de los médicos voluntarios de la Universidad RUDN
¿Quiénes son ellos, cuyo rostro estaba escondido detrás de una máscara, detrás de respiradores y espejuelos de plástico?
36 voluntarios de la Universidad RUDN, que estuvieron en la vanguardia de la lucha contra el coronavirus, recibieron hoy medallas y certificados conmemorativos «Por su contribución desinteresada a la organización de la acción de ayuda mutua de toda Rusia #MyVmeste» en nombre del presidente de Rusia.
Voluntarios en hospitales metropolitanos, coordinadores hospitalarios, jefe del centro de voluntariado del Instituto Médico de la RUDN. Muchos de ellos se vieron obligados a dejar su perfil habitual y determinar qué era más importante en el momento. Alguien logró curar a una anciana de 101 años del coronavirus, mientras alguien se enfrentaba a la muerte por primera vez.
La pandemia hizo que todos recordaran la importante misión que los voluntarios realizan diariamente.
«El movimiento voluntario se viene desarrollando desde hace décadas. Me alegro de que tengamos estos estudiantes. Has recibido una gran experiencia social, ahora necesitas usarla en tu vida. En su tiempo fuimos timuritas. En la escuela primaria, ayudé personalmente a una maestra de 90 años. Toda el aula se turnaba cuidandole. De 5º a 7º grado supe qué día estaba de guardia, cuándo necesitaba traer comida, lavar los platos», — Vladimir Filippov, presidente de la Universidad RUDN.
«Ser voluntario es más que un trabajo, es el estado de ánimo. Yo mismo salí del movimiento voluntario y sé muy bien lo importante que es ser parte de esta familia. Los premios son un reconocimiento a los méritos de cada uno de ustedes. Es imposible transmitir las emociones de un voluntario cuando acude en ayuda de una persona. Así como es imposible describir los sentimientos de la persona a la que el voluntario vino a ayudar. Gracias por el trabajo que están haciendo», — Denis Ashirov, Director del Departamento de Política Juvenil Estatal del Ministerio de Ciencia y Educación Superior de la Federación de Rusia.
«Los voluntarios hicieron un gran trabajo. Te involucraste en la implementación de iniciativas de voluntariado, ayudaste desinteresadamente. Esto es un gran mérito. Ha llegado el momento en que se les debe de agradecer. Es importante que los certificados de medallas conmemorativas hayan sido firmados por el presidente de la Federación de Rusia», — Grigory Gurov, subdirector de «Rosmolodezh».
Casi un año después, ellos compartieron sus emociones. Estudiantes y graduados de la Universidad RUDN sobre el trabajo realizado durante la pandemia:
"Al principio tenìa muchos pensamientos: ir o no ir a trabajar. Daba miedo afrontar una nueva enfermedad de la que nadie había oído hablar. Pero vine a estudiar para ser médico. Mi primer deber es ayudar a las personas en tiempos difíciles. Me di cuenta de que nuestro conocimiento puede ayudar. Empaqué mis cosas y regresé a Moscú, después de un tiempo de aprendizaje a distancia en casa. Como voluntario, ingresè en cirugía general, donde a mi dentista me enseñaron a poner inyecciones, poner intravenosas. Luego, muchos médicos fueron enviados a trabajar en la zona roja, alguien se enfermó. En nuestro departamento de 5 enfermeras habìa una sola. Pero después de todo, alguien necesitaba recibie a personas con otras enfermedades; también hay muchos pacientes de este tipo y también necesitan ayuda. Habría sido muy difícil hacer frente a esa situación sin voluntarios".
"Durante la pandemia, cuando todos estaban en casa, nosotros tuvimos la oportunidad de reunirnos, comunicarnos entre colegas y tratar de ayudar. Creo que lo logramos. Durante casi un año, mi actitud hacia el virus no ha cambiado. Era y sigue siendo peligroso y es demasiado pronto para relajarse".
"Recuerdo a un paciente, una abuela que tenìa 101 años. Trabajamos y ayudamos durante todo su tratamiento. La prensa y la televisión acudieron a ella. Este fue probablemente el paciente más inusual.
Intentamos ayudar tanto mental como físicamente. Fue difícil, pero mi conciencia no me permitió alejarme cuando la gente necesita ayuda".
"Nos hemos convertido en parte de una gran máquina que transporta a la humanidad y que necesita ayuda. Como médico, tenía el deber de ayudar a la gente.
Durante el período del voluntariado, vi la muerte tal como es. Es parte de la vida y gracias a esta experiencia comienzas a apreciar cada momento de la misma.
Si volviera un año atrás, habría ido de nuevo a pesar de que era difícil. Creo que hemos hecho lo más valioso que era posible en esa etapa".
"Trabajé como coordinadora, fui un vínculo entre los voluntarios y el hospital. No daba miedo, había emoción, no quería decepcionar a nadie.
Todos los días les escribía a los estudiantes solo para saber si todo estaba bien y si aún había fuerzas para trabajar. Yo fui para ellos su apoyo y sostèn, y a la vez, a mi me apoyaba la jefatura de los “Voluntarios-médicos” y el centro de voluntarios de la RUDN. Para cualquier pregunta, estuvieron en contacto incluso de noche.
Soy voluntario desde los 15 años, así que cuando sucedió tal situación, fui y ayudé".
"Lo más memorable son las palabras de agradecimiento del paciente. Este es un momento muy emocionante, nunca antes había experimentado tales sentimientos.
Tan pronto como la situación empeoró, el primer pensamiento fue ir a ayudar. Por supuesto, había estrés, recuerdo cuando una paciente del departamento se sintiò mal, y yo era la única empleada cerca"
Un domingo de invierno, en la exposición "Rusia", la RUDN reunió a estudiantes, socios y colegas y organizó la conferencia "¡Somos diferentes! ¡Somos iguales! Estamos juntos!" El acto tuvo lugar en el pabellón 57 de la Sala de la Sociedad Rusa "Znanie". Ese día la sala estaba llena.
En vísperas del Año Nuevo, resumimos los resultados de los últimos 365 días y nos fijamos nuevos objetivos para el año siguiente. En nuestros estudios, investigaciones y trabajo, pensamos en alcanzar una cima aún más alta.
El 59º Escuadrón de Construcción de Estudiantes Internacionales del Meridiano de la Amistad ha finalizado en la RUDN. Este año 250 estudiantes de 85 países del mundo se convirtieron en miembros del equipo de construcción. Los veteranos de los equipos de construcción y los miembros de los equipos de construcción de Moscú se reunieron para premiar a los mejores luchadores con la insignia de honor “Trabajador destacado de la ISSO” y clausurar el tercer semestre de trabajo.