«Seguí claramente las instrucciones de nuestros maestros: ser una fuente de conocimiento para las personas», — Ngan Tony Francois Pierre, graduado de la Universidad RUDN de Camerún

Fue a aplicar los conocimientos adquiridos en la RUDN en la práctica a su pueblo natal de Camerún. Hoy posee 80 hectáreas de mandioca, dirige la Asociación de Alumnos Graduados de las Universidades Rusas en Camerún, escribe libros y recuerda con nostalgia el lugar que le abriò camino en su vida.

Fransua, ¿por qué eligió Rusia para sus estudios?

En las lecciones de historia en Camerún, nos hablaron mucho sobre la Segunda Guerra Mundial y la hazaña de los soldados soviéticos en ella. Entonces me formé la imagen de una Rusia fuerte y quise visitar este país, donde llegué a conocer personalmente al pueblo ruso. La tabla periódica también jugó su papel. Nos apasionaba mucho el sistema periódico, que fue inventado por un científico ruso.

¿Por qué la Universidad RUDN?

Solía tener el nombre de Patrice Lumumba, y era una persona muy influyente en África. Y, por supuesto, me interesaba saber qué significado tenía para la universidad. Además, sabía que estudiantes de todo el mundo estudian en la RUDN y allí puedes conocer diferentes culturas y personas.

¿A quién recuerdas más de tu época de estudiante?

Profesores de lengua rusa en la facultad preparatoria. Eran como nuestras madres: siempre se preocupaban por nosotros y nos ayudaban. Los recuerdos más cálidos están asociados con ellos, porque nos abrieron el camino al idioma ruso, nos enseñaron a hablar y escribir en él.

¿Siempre has querido conectar tu vida con la economía y los negocios, o había otras opciones?

Siempre soñé con ser médico y dominar esta especialidad en Rusia. En mi ciudad natal había un médico egresado de la RUDN. Mi madre me llevó a él cuando era niño, y recuerdo bien cómo me escribió un certificado con su sello, y en la impresión estaba escrito: se graduó de la Universidad de la Amistad de los Pueblos de Rusia. Se quedó grabado en mi memoria. Ahora este médico trabaja en el Ministerio de Salud de Camerún.

Pero, ¿cómo elegiste la economía?

Cambié mi especialización en el acto. Me gusta ayudar a la gente y tenía el deseo de iniciar mi propio negocio: crear empleos, ganar dinero para mi región.

¿Cómo se desarrolló su carrera después de graduarse de la Universidad RUDN?

Completé mis estudios de posgrado en la Universidad RUDN. Escribì y defendì mi disertación sobre el tema «La influencia de los factores externos en el desarrollo socioeconómico de Camerún». Todo el tiempo que estuvimos estudiando los profesores nos decían que la universidad terminaría con una maestría, el posgrado ya es una actividad científica, y un estudiante de posgrado es un científico que debe contribuir al desarrollo económico y social del mundo. Por eso, todavìa estando en Rusia, escribí mis dos primeros libros, y cuando llegué a África, entendí claramente que haría ciencia y desarrollaría mi negocio en paralelo. La actividad científica es difícil, no traerá dinero inmediatamente, pero sus resultados se verán en 10-20-30 años, cuando la teoría científica se ponga en práctica.

Después de graduarme de la RUDN, para sorpresa de muchos de mis amigos, regresé a mi pueblo natal. Pero claramente seguí las instrucciones de nuestros maestros: ser una fuente de conocimiento para las personas. Expliqué los enfoques de la actividad económica, introduje la teoría de la economía, dije cómo crear un negocio y administrarlo. Tomó mucho tiempo, pero lo principal es que después de un tiempo, la gente del pueblo creó plantaciones y creyó en sí misma.

Fransua, mencionaste negocios. ¿Qué logros usted ha logrado en esta dirección?

En economía, existe el concepto de «ventaja comparativa». Entonces, la ventaja comparativa en África es la agricultura, que nos ayuda a crear recursos, aumentar la productividad y aumentar el PIB. Cuando regresé a casa, mis amigos y yo comenzamos a cultivar manioca en 10 hectáreas de tierra. Cada año aumentamos el área de siembra en 5 hectáreas. Ahora tenemos un negocio conjunto común y unas 80 hectáreas de tierra. También tengo mi propio proyecto: cultivo de frutas y las exporto, incluso a Rusia. Además, soy consultor internacional, trabajo con empresarios y universidades rusas; represento sus intereses en África en empresas privadas y estatales.

¿Crees que la educación universitaria de la RUDN te ayudó a alcanzar el éxito?

¡Por supuesto! El conocimiento es lo más importante hoy en día. Mucha gente me decía que no iba a poder, pero yo estaba seguro que con las habilidades y competencias que me dio la Universidad RUDN, lo haría todo. En la universidad, nos formaron no solo como especialistas con diplomas, sino como cuadros, personas que ayudarían a la sociedad y sus países. Esto es capital humano. Y mi octavo libro trata precisamente de eso.

Fransua, ¿cuántos libros tienes en total?

Tengo 9 libros. Están traducidos a 6 idiomas y también al ruso. Son 8 años de mi vida. Los dos primeros libros, por ejemplo, tratan sobre empresas medianas y pequeñas. Cuando esté en la Universidad RUDN, definitivamente traeré libros en todos los idiomas para la futura generación de estudiantes.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Me gusta el fútbol. Jugué en el equipo de la RUDN durante 10 años. Y todavía nos comunicamos con el equipo de fútbol de esa época. Me encanta viajar y conocer gente y regiones. Me gusta escuchar música y a veces cantar.

¿Son los libros también una afición o, más bien, una continuación de la actividad científica?

Esta es una actividad científica y una profesión. Sí, escribir libros lleva mucho tiempo, pero la ciencia es mi principal actividad. El resto es solo una adición. Ahora me estoy preparando por primera vez para la presentación de libros, que se realizará en mi ciudad natal del 1 al 10 de octubre. Habrá invitados, incluso de Rusia y RUDN. Este evento es muy significativo para mí. Y agradezco a la Universidad RUDN que todo esto esté sucediendo gracias al conocimiento que me brindó.

¿Se mantiene en contacto con Rusia y RUDN ahora?

RUDN es mi segundo hogar. La universidad nunca, ni por un minuto, me olvidò, como lo hice yo. Al regresar a casa, me convertí en uno de los fundadores de la Asociación de Graduados de Universidades Rusas y Soviéticas en Camerún. Ahora estamos trabajando en la promoción de la lengua y cultura rusa en África, estamos facilitando el intercambio científico de estudiantes entre Rusia y el continente africano, estamos participando en conferencias. Somos más de 200 personas afines.

¿Cuáles son tus planes profesionales para el futuro?

Mi principal sueño es conectar Rusia y África. Ya he dicho que cultivo frutas y, por supuesto, me gustaría que aumentara la facturación comercial con Rusia. La Embajada de Rusia en Camerún me dio permiso para crear el primer Centro Cultural y Educativo Ruso en Camerún. Por supuesto, desarrollaré este proyecto y ya tenemos los primeros éxitos: ya hace dos años que se enseña el idioma ruso en las escuelas de Camerún.

¿Quién le apoya en esto?

Por supuesto, mi familia. Le estoy agradecida por todo lo que ha hecho por mí. En Rusia estudié por contrato y mi familia siempre estuvo a mi lado. Cuando regresé a casa, ella me recibió y aceptò todas mis decisiones.

Francois, ¿qué les desearías a esos estudiantes que recién comienzan su carrera profesional?

En África, siempre les digo a los estudiantes que van a la universidad para aprender, no para obtener un título. Por ejemplo, en África, el desempleo es alto y, al regresar aquí, no siempre es posible encontrar inmediatamente un lugar adecuado. Pero si tienes el conocimiento, puedes hacer como Francois, convertirte en consultor, hacer ciencia, crear recursos. Y ahora el patrón ya eres tú, y ofreces trabajo a la gente.